23 abr 2012

Talones agrietados


Vamos a cortar una cebolla a la mitad, y luego le ahuecamos el centro y lo llenamos con sal. Dejamos  que repose unas horas. Encontraremos que se ha producido un líquido. Lo aplicaremos en el talón y las partes maltratadas del pie: tendrá un efecto suavizante.

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